¿Son los billetes un gran invento?
El uso de billetes como dinero en lugar de las tradicionales monedas de oro y plata trajo consigo una “mejora” en materia monetaria, pero también trajo un “riesgo de contraparte” que debes conocer...
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A partir del año 4.000 a.C. la humanidad comenzó a usar diferentes metales como dinero, y de entre todos ellos, el oro y la plata terminaron imponiéndose como el rey y la reina del dinero, gracias a sus cualidades intrínsecas.
Hasta ese momento, el dinero siempre había sido algún tipo de bien con valor propio, una mercancía (commodity en inglés): algo comerciable que mantenía su valor en el tiempo con solo poseerlo, ya que su valor no dependía de terceros.
Si guardabas monedas de oro o de plata siempre mantendrían su valor, porque su valor provenía del metal con que estaban hechas, y no del respaldo del gobierno que las acuñó.
Si había un cambio de gobierno y se acuñaban nuevas monedas, las antiguas se podían volver a fundir y siempre mantendrían su valor, el valor del metal, un valor que no depende de terceros.
Pero eso cambiaría con la llegada del papel moneda (los billetes). Los billetes nacieron cuando algunos comerciantes comenzaron a almacenar su oro en bóvedas de seguridad. Ellos dejaban su oro en las bóvedas, y recibían a cambio un recibo en forma de billete.
Con el tiempo, se dieron cuenta de que en lugar de ir a por su oro y pagar con él, podían intercambiar directamente los recibos (billetes) que daban acceso a ese oro. Poco a poco, fue extendiéndose la costumbre de pagar y cobrar con estos recibos en lugar de hacerlo con oro.
Usar los recibos de oro era más cómodo que cargar y comerciar directamente con el propio oro, pero estos billetes (recibos de oro) no tenían valor por sí mismos, más allá de poderse cambiar por el oro correspondiente acudiendo a las bóvedas.
Y aquí viene lo importante: el poseedor de los billetes tenía algo cuyo valor dependía de terceros (el gestor de las bóvedas de seguridad), mientras que el poseedor de oro tenía algo cuyo valor no dependía de nadie, era algo con valor propio.
La ventaja del uso de billetes respaldados por oro, frente al uso del oro, era claramente la comodidad, pero tenía un gran inconveniente: poseer esos billetes te exponía al denominado “riesgo de contraparte”.
El riesgo de contraparte consiste en poseer algo (dinero) sin valor propio, y cuyo valor depende de terceros, lo que te expone a la posibilidad de que ese dinero pierda parte o la totalidad de su valor ante un evento inesperado.
Y este tipo de “eventos inesperados” se han dado muchas veces a lo largo de la historia. Muchas de las entidades emisoras de estos billetes perdieron parte del oro o quebraron, no pudiendo devolver su oro a los poseedores de estos billetes, y dejando a muchos arruinados 💀
Más adelante, apareció el denominado “patrón oro” para dar estabilidad al papel moneda, pero de eso te hablaré ya próximamente…
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